viernes, 19 de enero de 2018

Download this app to always be connected




One of your contacts has invited you to use Universale, download the application to access the largest contact book in the world.

Greetings from Universale team.

Download Universale on iOS or Android:


universale.me | privacy-policy

© 2017 Universale

facebook twitter linkedin

viernes, 14 de marzo de 2014

Si el agua no mojara

Si el agua no mojara,
tus labios secos y tus lágrimas
evaporadas.
Si el agua no mojara,
carros de barro en el océano surcaran.
Si el agua no mojara,
botes de regaliz en ríos sin agua,
tocino de cielo, en barcos con ruedas.
Tus ojos secos remando la piragua
arrastrando tu cuerpo
por la superficie seca.
Si el agua no mojara
los manantiales la sed no calmaran,
los estanques a pie se cruzaran.
El rocío sería gotas de cristal
de agua cuajada.
La saliva unte de lengua cansada,
seca, sin agua.

sábado, 1 de marzo de 2014

Que triste Madrid sin ti

Amanece de nuevo, el día gris como los mil últimos, tengo la sensación de llevar toda mi vida en un día gris, plomizo, quejumbroso. A veces me limito a mirar la ventana con las esperanza de ver un rayo de ti, de esperanza. De calor y de sabiduría. Tu luz me devuelve la vida y el deseo, esa pasión que con el color del acero desaparece entre mullidas mantitas de forro polar tan cándidas y confortables, muy calentitas.

Amanece de nuevo y miles de días de triste lluvia aparecen otra vez en tus pupilas llorosas. ¿Acaso hemos hecho algo mal y nos has abandonado?.
Amanece de nuevo, el viento sopla aguerrido en tu falta y ausencia, depreciando las sombras y huyendo por los rincones de esta ciudad, Madrid. ¿Acaso no echas de menos iluminar sus callejones?
Amanece de nuevo, amanece de nuevo. Que triste Madrid sin ti.

viernes, 28 de junio de 2013

El lujo de la sociedad del bienestar. Soy culpable de vivir.

Me confieso, soy culpable. Culpable de poder ir al médico de la seguridad social que pagamos todos. Culpable de querer que mi hijo estudie en un colegio público. Culpable de querer vivir en una casa con odas condiciones mínimas y de poder comer todos los días. Me han convencido, soy culpable de vivir por encima de mis posibilidades. Quizás no debería haber vivido en una casa, ni tener un coche, ni comer a diario, ni levantarme para cumplir una jornada maratoniana en mi trabajo a una hora en coche de mi casa. Tampoco debería haber ido al cine, ni educar a mi hijo, ni irme de vacaciones una semana al pueblo.
Me han condenado y convencido a creer que es culpa mía que las grandes empresas sigan ganando dinero a costa de todos,a pagar una deuda de los bancos que no es mía,a dejarme robar por políticos y banqueros sin escrúpulos. No, no es culpa suya, se lo hemos pedido explícitamente en las urnas.
Ahora me cuentan los que saben, que esto ya se ha hecho antes. Destruir llegas ilusiones y la moral del vulgo, del pueblo para que admita que está derrotado y puedan expoliar lo poco que les quede con resignación. Se hizo en África, en Latinoamérica, en Asia. Y ahora toca en la vieja Europa,a los países mediterráneos, del Sur. Con la misma tramoya y las mismas mentiras.
Pero lo peor es el inmovilismo de la población, que se cree vencida ante el despotismo del Estado a las órdenes del cuarto Reichstag.
Confundido en las sombras acaparo mis energías para lograr unirme a los pocos reaccionarios que quedan, al menos respiro y creo en el futuro aunque la mayoría derrotada sin lucha me mire con recelo.